Ayer, John Hoffman, el consejero delegado de la GSMA, la asociación que organiza y tiene la patente del Mobile World Congress (MWC), visitó Barcelona. Tal vez no fuera la mejor fecha para esta cita porque pudo contemplar en vivo los cortes en las carreteras y calles y las afectaciones en los servicios públicos por la huelga general en Cataluña.
En la reunión del patronato de la fundación Barcelona Mobile World Capital, que ayer eligió a Carlos Grau nuevo director de la entidad, el propio Hoffman expresó que sus asociados, las empresas e inversores que configuran esta patronal de la tecnología móvil, están planteándose la continuidad del MWC en su actual sede a partir del 2019, si no se dan suficientes condiciones de estabilidad política y social para su buen funcionamiento.
El consejero delegado de GSMA, expresó de nuevo su preocupación por la situación de Cataluña y ha advertido de que el evento necesita “seguridad y estabilidad política”, por lo que se plantearía cambiar de sede el 2019, si no se pudiera garantizar en el futuro.
Por ahora, la edición del 2018 está confirmada pero Hoffman avisó que “monitorizaría la situación de España y Cataluña y evaluaría cualquier impacto potencial en el Mobile World Congress y en la Mobile World Capital”.